Con gran
dolor de nuestros atribulados corazones, ponemos fin a la presencia del europatán Raül (con diéresis) Romeva, en
esta galería de patanes ilustres, uno de sus más célebres inquilinos.
Comoquiera que no es fácil llenar el hueco dejado por su marcha, presentamos
aquí a otro prohombre de la patria cuya patanería trasciende nuestras
fronteras. Nos referimos al eminente economista Xavier Sala i Martin. Hay que
decir que, aunque su nacionalidad actual es la estadounidense, también es
nuestro, pues nació en Cabrera de Mar en 1962, y no estamos dispuestos a
cederlo a otros alegremente, sin batirnos por él a brazo partido. No en vano,
Sala i Martin es un fervoroso paladín del desafío separatista capitaneado por
Artur Mas.
Nada impide
que un gran arquitecto o un actor de fama internacional sean unos auténticos
patanes en su vida privada y pública y se apunten a las causas más descerebradas.
Los peores regímenes y las ideas más descabelladas han contado siempre con el
respaldo de intelectuales y académicos de reconocido prestigio. En el caso de
Sala i Martin, contrariamente a lo que pudiera parecer, su especialidad no es
la moda, la exhibición de americanas de llamativos colorines, materia en la que
rivaliza con el payaso de Micolor de
los anuncios de la tele, sino la economía, en particular desde una perspectiva
neoliberal que imparte con sus lecciones magistrales en la Universidad de
Columbia.
Otros
desempeños le adornan, como la tesorería del FC Barcelona que ocupó durante el
mandato del ultranacionalista Jan Laporta (ultra
a secas en sus años mozos, cuando desposó a la hija del presidente de la
Fundación Francisco Franco), donde
pudo aplicar sus extensos conocimientos macroeconómicos… aunque no parece que
legara a su sucesor en el cargo unas cuentas especialmente saneadas. También ha
sido Sala i Martin un admirador confeso y entusiasta de la gestión política,
marcada por un acendrado liberalismo, de Esperanza Aguirre, cuando ésta presidía
la Comunidad de Madrid, y no dudaba en fotografiarse a su lado constantemente.
Pero su
gran aportación, y más reciente, a la omnipresente fiebre separatista ha
consistido, además de en difundir con toda suerte de mentirijillas el bulo de
las balanzas fiscales, más infladas que su propio ego, en equiparar
públicamente a la ya princesa Leonor con Regan,
la famosa niña de cabeza giratoria interpretada por Linda Blair en la
excepcional y legendaria cinta de terror El
Exorcista, todo un clásico del género.
Es sabido
que el nacionalismo aborigen gusta de usar a menores de edad para difundir sus
mensajes, para el adoctrinamiento intensivo en la escuela y a través de la
programación infantil de las teles locales, en la misma medida que otros los
usan como escudos humanos o para dar satisfacción a sus infames perversiones. El patán de Sala i Martin no ha encontrado
mejor cauce para la fluencia de su odio y de su mala baba que meterse con una
criatura de 8 años. Qué valiente…